El artículo se centra en la figura del bandolero Jaime Alfonso, conocido como el Barbut y su toma de partido por el bando realista durante la guerra civil de 1822-23. Después que las nuevas autoridades liberales se negasen a indultarlo, Alfonso entró en un proceso de politización de sus acciones, compaginando su actividad delictiva con la defensa de la religión y del “buen monarca”, con lo que las legitimó. Participó en choques militares que sembraron la inquietud en la zona limítrofe entre las provincias de Alicante y Murcia, centrados particularmente en Orihuela, epicentro de la rebelión realista.
Baluard, ISSN 2174-5668, Nº. 8, 2018-2019, págs. 45-67