Cánovas del Castillo edificó una plataforma política en Murcia en virtud de los lazos familiares que le unían con los jerarcas conservadores murcianos. En Cieza su interlocutor fue el cacique Juan Pérez, representante de los propietarios ciezanos, quien consiguió un control absoluto del poder local, con el que perpetuar la acción hegemónica del grupo oligárquico. Los intentos liberales, realizados en 1898, de romper este dominio, con la apelación a la figura de López Puigcerver fracasarían.
Los soldados que se alistan es este año tienen, debido a unas pésimas condiciones de vida que imponen una nutrición muy deficiente, una estatura media que no alcanza los 1,60 metros de estatura y son analfabetos casi el 85 % de ellos, al encontrarse inmersos en una cultura oral.
En 1898 se produce una completa disociación en la vida de los ciezanos: entre los que permanecen en la ciudad y aquellos que se han incorporado a la guerra y las familias de éstos, entre los que sobresale un soldado destacado en Baler.
Anales de Historia Contemporánea, ISSN 0212-6559, Nº. 14, 1998, págs. 271-281