El artículo se centra en el desarrollo en Orihuela de un movimiento político promovido por los realistas extremos para sustituir al rey Fernando VII por su hermano Carlos, conectado con la acción emprendida por Béssieres en agosto de 1825. Para comprender el fenómeno se analiza la situación social y económica tras la restauración absolutista, la resistencia de los liberales derrotados y la violenta represión que estos sufrieron, así como los intentos de reimplantar la Inquisición por parte de los ultra-realistas, surgidos del campo realista tras la división suscitada por la diferente visión que mantuvieron sobre ambos temas, la represión de los liberales y la vuelta del Santo Oficio. Un movimiento que fue precursor del carlismo, que dirimiría su legitimidad en tres guerras civiles a lo largo del siglo XIX.
Baluard, ISSN 2174-5668, Nº. 9, 2020.