Un descubrimiento espectacular

Cuando parecía que el Cañón de Almadenes, uno de los grandes tesoros naturales de la región de Murcia, había ya ofrecido todo lo que guardaba, un espectacular descubrimiento lo ha desmentido.

La Cueva del Arco es un conjunto de cavidades concentradas en un gran arco de roca natural en el Cañón de Almadenes. Desde que comenzaran las excavaciones en el año 2015, estas han confirmado la existencia de ocupaciones pertenecientes al Neolítico, Solutrense, Gravetiense y Musteriense, en unas labores de excavación que han sido dirigidas por Ignacio Martín Lerma, de la Universidad de Murcia y por Didac Román, de la Universitat Jaume I de Castellón, junto a un grupo de espeleólogos del Grupo GECA de Cieza.

Los hallazgos se encontraban ya en el centro de las investigaciones que sobre el periodo prehistórico se desarrollan en España, sobre todo tras detectarse niveles de ocupación neandertal. Pero tras sobrepasar unos bloques caídos que limitaban el espacio a escavar apareció de modo repentino una enorme sala. Martín Lerma ha definido el momento en el que se “abre una nueva puerta a la prehistoria”. Desde luego nos encontrábamos ante un descubrimiento de nivel mundial. Según la información transmitida por los responsables de la exitosa excavación, la enorme altura de sus salas, algunas de hasta 20 metros de altura la sitúan como la cueva con las bóvedas más altas de la región. Sus salas de estalactitas constituyen algo de difícil parangón en el mundo, con ejemplares que alcanzan los tres metros de longitud y un centímetro de diámetro, que se han originado y crecido en condiciones de una estabilidad que no tiene prácticamente rival, gracias al aislamiento de la cavidad durante muchos milenios.

De tener, como señalábamos, una importancia nacional ha pasado a tener una repercusión mundial: Bear-clawed cavern discovered in Spain ‘opens new door on prehistory’ titulaba The Guardian: Bear-clawed cavern discovered in Spain ‘opens new door on prehistory’ | Spain | The Guardian

La presentación a la sociedad se ha hecho de manera ejemplar. Se ha preservado el yacimiento cuidadosamente y después se ha anunciado al público del modo que corresponde, en un acto presentado por el consejero Marcos Ortuño; la vicerrectora de Estudios de la Universidad de Murcia, Sonia Madrid y el alcalde de Cieza, Pascual Lucas, junto con los profesores de Prehistoria, Ignacio Martín Lerma y Didac Román, codirectores de las excavaciones, el catedrático de Geología de la Universidad de Almería, José María Calaforra y Pedro Ríos, representante del Grupo G.E.C.A.

Desconozco si el nuevo descubrimiento tendrá un interés arqueológico que pueda servir para conocer mejor los modos de vida de nuestros antepasados, supongo que es pronto para saberlo, aunque generalmente los humanos del paleolítico ocupaban sólo la primera parte de las cuevas, adentrándose más allá sólo cuando era necesario. Pero en cualquier caso es evidente que el descubrimiento tendrá una gran importancia científica. La “cavidad única”, como ha sido catalogada por el catedrático de Geodinámica Externa de la Universidad de Almería, José María Calaforra, es un “espacio virgen”, sin alteración humana, que otorga una “oportunidad sin igual para la investigación paleoclimática.

Como decía al comienzo, el Cañón de Almadenes, por donde discurre el río Segura encajonado entre paredes verticales que llegan a alcanzar 100 metros de altura y cuya naturaleza cárstica ha dado lugar a una gran concentración de cuevas, simas y abrigos utilizadas por el hombre prehistórico como refugio, se ha constituido desde hace años en uno de los más importantes puntos de atención nacional para el estudio de la prehistoria.

Desde la zona de Calasparra, donde se encuentran los Abrigos del Pozo, que alojan en su interior manifestaciones pictóricas de estilo esquemático datadas hacia el 4300 a. C. representando figuras humanas, animales y objetos cargados de simbolismos (aparecen miembros inferiores, hombres con brazos en asa, cuadrúpedos, trazos verticales y puntos), hasta la zona de Cieza, donde se encuentra la Cueva-Sima de la Serreta, con dos paneles de pinturas de arte rupestre bien conservados y la existencia en su interior de una casa de época romana, excavada hace años por Joaquín Salmerón. Contando además con las de Las Enredaderas y la Cueva de Los Pucheros y otras 17 oquedades con muestras de arte rupestre, la mayoría de ellas de estilo esquemático.

Mi enhorabuena a los descubridores, a los gestores y a los investigadores que han hecho posible este hallazgo.

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